El programa está dividido en dos ciclos expositivos. El primero, llamado El estado de las cosas, recoge las obras de una serie de artistas que habitan espacios distantes entre sí, donde la propia exploración de los visitantes integra las posibles vinculaciones entre estas, reflejando un posible estado general de nuestro contexto.
El segundo es Crisol, programa que integra una serie de obras de artistas académicos de la Universidad de Chile y Universidad Católica, promoviendo los posibles conocimientos que surgen desde la disolución de los límites académicos.
Ambos conforman una misma historia, la producción de conocimientos desde adentro y afuera de la academia, convirtiendo esta muestra en un espacio de producción activa de relaciones cruzadas entre obra y comunidad.