Ama-gi no es una apología de la libertad ni un manifiesto libertario, sino que busca articular , desde la tautología y el agotamiento infinito, una alegoría sobre lo mucho que de ilusión y alucinación se esconde tras el libre albedrío. Ama-gi es un registro visual, una yuxtaposición de tiempos , a la par real e imaginado avanzan con el tempo de la música, en ininteligible relación. Una fotografía cada 24 hrs en el transcurso de dos años valida este estudio personal o autorreferencial del artista en claro enfrentamiento a conceptos establecidos: el umbral de la autosuperación cognoscitiva.

La libertad nombrada por primera vez en sumerio, se revela como el capricho de una especie pretenciosa cuya volición es condicionada por leyes naturales. Lo que está diseñado para proliferar no podrá ser detenido, lo que está diseñado para ser estéril no podrá ser resucitado.