Para hacer una piedra tendrás que lidiar con tierra, pigmento, puño y poesía. Debes creer, tendrás que mirarte. En nuestra estación alquímica encontrarás unas bolas de tierra colorada, que al empuñarlas en tu mano, harás aparecer una piedra con una letra. Tendrás que repetir el proceso unas cuantas veces, por ejemplo cinco, seis o siete veces, quizás ocho. En cada piedra encontrarás una parte del abecedario, y cada letra debe terminar en el tablero que permanece inmóvil, rendido a tus pies. Cruza palabras, haz versos tangentes, horizontales, verticales, ¿no logras encontrar una palabra coherente? Locaciona de manera aislada la letra, dale el lugar que merece, pero no el suelo, no piedra guacha. El agua y el espejo da forma final. Recuerda que la piedra es huella del pasado lejano, pero también del cercano. Cuando estés acá tendrás que proseguir con los versos, palabras, letras o símbolos cruzados en el tablero, y para las siguientes personas tú debes dejar tu huella, que será tu mensaje.