15ª versión

umbral

15ª Bienal de Artes Mediales de Santiago

Leonel Lienlaf habla sobre el programa «Umbral Éter»

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A partir de esta semana, cada viernes de abril se presentará un nuevo video de este programa, compuesto por una serie de encuentros guiados por el poeta Leonel Lienlaf en conversación con el sociólogo Eugenio Marcos; el gestor y poeta David Aniñir; el actor y dramaturgo Roberto Cayuqueo; y la escritora, poeta y profesora Marión Canales.

Guiado por el poeta Leonel Lienlaf, el «Umbral Éter» -uno de los seis programas de la 15 Bienal- propone explorar la visión de cuatro personajes que, a través de una conversación o acción, invitan a analizar y reconocer nuestra relación con la dimensión sensible del ecosistema. “Este Umbral se configura como un espacio de exploración de espacios infraleves, como les llamaba Marcel Duchamp, lugares intangibles, invisibles, intocables, donde tal vez solo la poesía tiene la posibilidad de aproximarse”, explica Enrique Rivera, director de la Bienal de Artes Mediales. “Es por esto que invitamos a Leonel, quien nos permitió entrar a zonas ocultas para entender el vértigo de cómo vivimos la ciudad, generando un lazo entre la visión mapuche de lo intangible y el lenguaje occidental”, comenta.

Fue entre noviembre de 2021 y febrero de 2022, que el autor de “Se ha despertado el ave de mi corazón” (1989) propició una serie de conversaciones y encuentros poéticos registrados en formato audiovisual con cuatro agentes de la cultura: el gestor y poeta David Aniñir; el sociólogo Eugenio Marcos; el actor y dramaturgo Roberto Cayuqueo; y la escritora, poeta y profesora de talleres de literatura creativa en la Casa de la Cultura de Talagante, Marión Canales.

A partir de esta semana, cada viernes de abril se presentará un nuevo video a través de la web y el canal de youtube de la Bienal, donde Leonel guía estas reuniones. “Más que guiar es transitar. Siempre me he considerado un voyerista profesional, me gusta andar mirando las artes. Originalmente tengo que ver con la poesía, pero transito siempre mirando qué pasa en la música y en las artes, porque mi poesía tiene mucho que ver con la imagen y el territorio”

¿Cómo surgió Éter en esta 15 Bienal? ¿Qué es lo que se busca en este umbral? 
La idea nació desde la curatoría de la Bienal, que toma a Umbral, la gran novela de Juan Emar como punto de partida. Surgió como un tema de cruce de caminos, donde uno se encuentra con distintos espacios y realidades. Más que un caminar, sería como un aparecer: estar entre el pasado y el presente construyendo la memoria. Además, también es un guiño a la próxima Bienal que abordará de alguna forma el tema de la memoria. El éter es un espacio intermedio que va dialogando con lo que va ocurriendo tanto ahora como con artistas del pasado.

¿Cómo se eligió a las personas con las que se realizaron estos encuentros? 
Originalmente partieron en el cerro Calán, en un encuentro casual con mi amigo y artista visual Francisco Huichaqueo. Enrique Rivera, director de la Bienal, le hizo llegar una película sobre el primer millatún, un ritual para la cohesión social y la fraternidad del pueblo, grabado durante dictadura. Desde ese punto llegamos a un encuentro de conversación con Enrique, también en el Calán, donde hablamos sobre el tema del bosque. Yo en lo personal siempre he estado enlazado con el tema del bosque, en todos los temas de restauración, y así empezamos a asociar estos espacios del bosque con los mitos, los sueños, el territorio, la oralidad. Ahora, la elección de la gente con la que hemos hablado ha sido fruto del azar y las realidades territoriales de Santiago. 

Estamos dialogando con el territorio, con la cuenca territorial del valle del Mapocho, estamos conversando con estos cerros, transitando desde el Calán, al Pochoco y también al Horcón de Piedra en Talagante. Hemos buscado esos espacios que son considerados portales en el mundo oral de los pueblos antiguos que habitaron el territorio. Así ha ido configurándose, son cosas que se van dando y sobre las que se dialoga. Es un espacio abierto, porque eso es el éter: un espacio que en algún minuto puede escaparse y desde ese mismo umbral puede saltarse a otros espacios que también son memoria y territorio. 

¿Cuáles crees que podrían ser las repercusiones de este umbral?
El que sean videoentrevistas las convierte en una obra que puede partir por sí misma a distintos rumbos y encontrarse con otros. Creo que ese es su mayor potencial, ya que es una exposición móvil donde la gente con la que hablamos llega a otros círculos y nos lleva a otros espacios. Es un diálogo que parte de la Bienal, pero el éter es el humo que sale y permea el mundo.